El Real Madrid acude esta jornada europea -la octava- a la pista del campeón continental, el CSKA Moscú ruso, que en la primera vuelta salió de Vistalegre con una victoria en el bolsillo pese a presentarse con notables bajas (54-58) y, cuatro jornadas después, sigue al frente del Grupo D con una sola derrota.Los moscovitas, sólo han cedido un encuentro, en la pista del Armani Jeans Milano italiano, por un punto (80-79). El Madrid consumaría una auténtica proeza si tumba a los rusos en el Universal Sport Hall, pero al menos se ha blindado contra los efectos de una derrota gracias al triunfo conseguido la jornada anterior ante el Partizan con un triple de última hora del croata Marko Tomas (68-67).
"Nos enfrentamos a uno de los mejores equipos de Europa y, además, recupera para este partido con respecto al que jugamos en el Palacio Vistalegre a Smodis -Matjas, el pívot esloveno-, uno de los jugadores de referencia en el juego interior continental", comentó el técnico blanco, Joan Plaza.
El preparador madridista señaló que el CSKA despliega "un baloncesto muy controlado, en el que apenas comete errores y no suele correr el contraataque porque juega casi siempre en mitad de cancha y termina los partidos con muy pocos puntos a favor, pero menos en contra".
"Jugando en su casa y con la calidad que tienen será un partido muy difícil de ganar. Para hacerlo tendremos que llevar el encuentro al terreno físico y no permitirnos ningún fallo de concentración durante los 40 minutos", afirmó Plaza.
El estadounidense Quinton Hosley, uno de los hombres destacados en el choque de la primera vuelta, comentó que los madrididistas tienen "muchas ganas de jugar ante el CSKA de Moscú, un rival de máximo nivel que lo tiene todo para hacer un gran baloncesto. Es medimos a un equipazo que es el vigente campeón de Europa, pero este Real Madrid tiene mucha confianza".
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